Mi nombre es Esther Warburg y tuve la suerte de estudiar en Laude El Altillo School desde los 6 hasta los 18 años. Soy de la promoción de 2014.
Cuando terminé, nunca pensé que iba acordarme tanto de Colegio. En los últimos años, teníamos muchísima presión por querer entrar en una buena universidad, por aprobar la temida “Selectividad” y por no perdernos ni un plan y no tenía mucho tiempo de pensar si iba a echar de menos todo aquello. Sin embargo, no fue hasta hace pocos años cuando me di cuenta de que en colegio aprendí mucho más de lo que yo creía. Hubo muchos profesores que se esforzaban en sacar lo mejor de cada alumno, en ayudarnos a alcanzar nuestras metas, a conocernos a nosotros mismo y a desarrollar intereses que fueran mucho más allá de lo académico. Gracias a estar en un colegio como El Altillo School tuve la oportunidad de participar en muchísimos programas de voluntariado que para mí fue una de las mejores experiencias que he vivido. Aprendí muchísimo; me ayudó a darme cuenta de todas las cosas sencillas que yo podía hacer para cambiar el mundo, aprendí a pensar sobre diferentes realidades sociales que nos rodeaban. Cabe destacar la gran humildad, empatía y compañerismo que desarrollamos entre todos.
Tras terminar en el Colegio, decidí estudiar un Doble Grado en Administración y Dirección de Empresas y Derecho Bilingüe en IE University en Madrid. Fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Como muchas personas con 17 años, no tenía ni idea de qué quería estudiar, solo sabía las asignaturas que más me gustaban (economía e historia). Fue precisamente gracias a una profesora del colegio, que un día, reunida en su despacho me dijo: “Esther, deberías intentar estudiar un doble grado”, le dije que lo pensaría. Entonces me puse a investigar y pensé: “bueno, puedo hacer la doble con Derecho, y si no me gusta dejo Derecho”. Menos mal que lo hice porque a día de hoy mi carrera está enfocada a la abogacía y estoy muy feliz de haber tomado esa decisión.
Durante mi carrera, hice varias prácticas profesionales relacionadas con el mundo financiero y legal. Estas practicas también me ayudaron a ir encontrando qué áreas eran las que más me gustaba. Además, tuve la oportunidad de irme de intercambio a Dublín 7 meses donde aprendí bastante, conocí una nueva cultura, muy diferente a la que estaba acostumbrada y viajé muchísimo.
El pasado mes de julio terminé mis estudios universitarios y he comenzado el Máster de Acceso a la Abogacía y Asesoría Jurídica Bilingüe para poder ejercer como abogada una vez que termine. Ahora ya hace 5 años que me fui del colegio y he decir que me acuerdo de aquella época todos los días. Creo que gran parte de quien soy ahora viene de mis vivencias en el colegio. Los mejores recuerdos siempre vienen de nuestro día a día en clase cuando aprovechábamos cada movimiento en la puerta para escaquearnos y llevar algo a alguna otra clase, cuando cualquier excusa era buena para hablar, cuando intentábamos predecir por todos los medios (como si viésemos el futuro) qué iba a entrar en un examen (no solíamos acertar nunca) o cuando el día de fin de curso era el mejor día del año. Sin duda, el colegio fue una época inolvidable.