De vez en cuando comentamos entre risas y con algo de pena que ha pasado otro año más desde que terminamos bachillerato en 2013, y sigue siendo difícil de creer que ya haga 3 años.
Ahora,que estoy en el último año del grado de Criminología y Seguridad, se hace todavía más extraño y agridulce pensar en el final de aquella etapa.
Yo entré al Altillo con 4 años y salí con 18. Ahí he crecido y me he formado, no solamente en matemáticas, física o biología sino como persona. Los profesores del Altillo me han visto a mí y a muchos más crecer a lo largo del tiempo, no únicamente en el periodo escolar, sino ahora, como adultos. A mí personalmente, el Altillo no me ha ofrecido sólo un gran apoyo y una guía a lo largo de mi formación académica. Me los ha ofrecido también a nivel personal, tanto en los mejores como en los peores momentos.
Por tanto, más que un recuerdo, queda grabado un fuerte sentimiento de cariño que se sigo notando cuando vuelvo. Gracias por eso, por lo que habéis hecho por mí y por más.